El autor de películas tan inquietantes y sórdidas como Terciopelo Azul, Corazón Salvaje y Mullholand Drive, deja de retratar el lado oscuro del ser humano para contarnos una hermosa historia sobre el perdón.
Alvin Straight (Richard Farnsworth) tiene 73 años, es viudo, vive en Iowa con su hija discapacitada Rose, padece un enfisema, tiene problemas de visión y de cadera y acaba de sufrir un brusco desfallecimiento. Cuando aún está convaleciente y con muletas, recibe una llamada que le informa del grave estado de salud de su hermano mayor, con quien no se habla desde hace diez años. Alvin decide emprender un viaje en solitario para reencontrarle con el único medio de transporte que puede conducir: una segadora.
La historia de Alvin es la excusa para la exaltación de algunos de los valores más nobles de la experiencia humana: la reconciliación, el sentido del sacrificio, la certeza moral, la mirada grande y misericordiosa. Plantea una perspectiva sobre el ser humano llena de esperanza.
Una hermosa odisea y una verdadera obra de arte fílmico. Muy indicada para jóvenes y adultos.
Web personal de David Lynch:
http://davidlynch.com/
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